En un momento en que la moda se encuentra dominada por la histeria de la logomanía –grandes logos por todos lados-, y experimentando al mismo tiempo un estado de fascinación por la ugly fashion, resulta todo un respiro visual encontrar colecciones que vayan al ritmo opuesto de esta corriente. En las pasarelas de la semana de la moda de New York hallamos estas alternativas que evocan un estilo eterno y a su vez, recuerdan que en términos de vestuario, a pesar del predominio de ciertas tendencias, lo clásico siempre estará vigente.Carolina HerreraLa nueva #EraOfHerrera liderada por Wes Gordon es una explosión de color. En esta ocasión, los estampados son los protagonistas al momento de marcar un statement vestimentario. Las opciones son diversas: flores, rayas, lunares, el tie-dye, y los cuadros reinan ampliamente en los looks. Esta es la novedad estilística que propone la casa Herrera. ¿Cómo llevarlos? Simple. Limitando el uso de accesorios y acompañando los ensambles con unos tacones en tono contrastante.
El diseñador estadounidense propone un tributo a la época dorada hollywoodense, mediante trajes de inspiración masculina que evocan la lustrosa imagen de Marlene Dietrich. La impronta general de la colección alude al glamour de los años 30’s. Esta idea se nutre con vestidos satinados y brillantes de líneas fluidas que abrazan la silueta de manera sutil. Los escotes profundos en V se convierten en el detalle audaz perfecto para llevar en la noche.
Los drapeados son el recurso protagonista que Laura Kim y Fernando Garcia han formulado para esta temporada, llevados de manera escultórica en apliques sectorizados o de formas delicadas que recuerdan a los trajes de la antigua Grecia. Los tonos pasteles marcan el ritmo cromático de la colección, aunque, para generar contraste, destaca la presencia del amarillo tostado –alerta de tendencia-. Esta pasarela predice que el maxi blazer continuará siendo el ítem que debemos tener.
La nostalgia de los años 50´s fusionada con el espíritu moderno de la mujer actual. Romántico pero con un sentido práctico y altamente vestible. En el imaginario de Jason Wu los que reinan son los vestidos en versiones para el día y la noche, recordándonos al slip dress como pieza acertada para vestir en ocasión cocktail. Para un evento black tie, propone una opción en negro de corte largo y majestuoso con decorados sobre el busto, detalle ideal si se precisa añadir volumen en esa zona.
Una sinfonía de vuelos para declarar que la rufflemania seguirá estando presente como uno de los estilismos preferidos de verano, que en el discurso de la diseñadora, aparecen reformulados en clave total sobre las prendas o aplicados como ornamento para destacar mangas y escotes. La premisa es generar una impronta romántica y un tanto girly. Las transparencias son válidas y en este caso, se evidencian en un vestido de corte maxi en tono lila –otro gran color de tendencia-.
Por: Sasha Santamaría (Consultora de Moda y Estilo) Instagram: @sasha.santamaria Blog: http://elalbumdemanuela.blogspot.com/
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