Su vinculación familiar con el clan Kardashian es obvio, sin embargo ni es lo mismo ni es igual. Kendall Jenner ha sabido figurar gracias a su enfoque en el mundo de la moda, con una estrategia centrada sin escándalos y con una vida personal privada. Al mundo expone su brillo, sus proyectos y su éxito indiscutible en los negocios. 

Por María José Troya C. Fotos: Getty Images / Shutterstock 

Al igual que su hermana Kyllie Jenner, y sus medio hermanas Khloé, Kim y Kourtney, siempre ha estado bajo el foco mediático. Y, es probable que con mayor intensidad, pues ellas dos –las Jenner- eran aun muy pequeñas cuando el boom del reality empezó. Tal vez, con menos de diez años ya estaban en discusiones de guion, imitando normas de comportamiento de sus hermanas mayores, siendo consentidas y educadas tal vez solo por Bruce –su padre- ahora llamado Caitlyn, y firmando contratos que eran traídos por su mánager y madre, Kris quien a vista y paciencia del mundo entero no temía en cumplir sus caprichos sin sentido.  

Bajo esa lupa hollywoodense del absurdo, creció y se desarrolló. La vimos en alguna ocasión jugando inapropiadamente en un tubo de pole dancing, haciéndole travesuras a Kim, vacacionando por el mundo junto a decenas de cámaras que seguían sus pasos para meterlos en un capítulo, estudiando en casa sin una escuela regular o privada y también –en su caso- hablando seriamente de cuánto anhelaba ser modelo. Esa pasión, ha afirmado, siempre la tuvo desde niña así como la ambición de ser alguien por cuenta propia en el mundo de las celebridades. Es probable que, ese ímpetu de ser alguien ‘diferente’ al caos que había en su familia, haya podido ser posible gracias a todo lo anterior, o a pesar de ello. 

Sin embargo, su sueño era difícil de lograrlo por sí sola pues el modelaje de alta costura es, con seguridad, la industria más compleja de llegar (más allá de su evidente belleza). Fueron, entonces, su apellido y la influencia mediática de su madre las que hicieron ese sueño posible: llegó a Victoria’s Secret como uno de los ángeles destacados y fue apadrinada por Karl Lagerfeld, diseñador icónico que años atrás había calificado ‘de mal gusto’ a todo el clan Kardashian. Y ahí estaba Kendall, luciéndose en varios de sus desfiles como una de las modelos más destacadas. El mundo da vueltas y las necesidades de ampliar la audiencia de las marcas también. 

De Kendall, en comparación con sus hermanas, se sabe poco. Mide 1.75, vive en Los Ángeles y New York, firmó su primer contrato en 2009 a los 14 años con Wilhemina Models. Su debut fue con Sherri Hill y apareció en decenas de revistas como portada. Para 2014, ya desfiló con Chanel, Gyvenchi, Marc Jacobs, Karl Lagerfeld y oficialmente fue invitada ya a la Met Gala, espacio tan ambicionado por la meca de Hollywood. Una carrera meteórica que, con el tiempo, ha sabido mantener con trabajo duro y disciplina; de eso se habla mucho pues es, de toda su familia, la única que no vende titulares a base de su vida privada.  

Victoria’s Secret: la pasarela más ansiada 

En 2014, se sabe que Kendall fue una de las modelos invitadas para abrir sus alas en uno de los eventos más esperados del año. Si bien ahora el destino de la marca de lencería ha cambiado mucho, en esos años era sinónimo de éxito mundial y una plataforma de exposición de las modelos top del mundo. No obstante, se sabe que desistió de esa presentación pues coincidía con un importante desfile de Chanel y su padrino, Karl, no le iba a perdonar ese desplante que, además, equivalía a otros millonarios contratos. Para 2015, 2017 y 2018 se reincorporó siendo uno de los rostros más esperados y compartió escenario con su mejor amiga, Gigi Hadid. No quiso que nadie de su familia la acompañe a este debut tan especial, sabía que ellos se robarían el spotlight y no quería arruinar un momento tan especial. El resultado inmediato fue convertirse en la modelo más buscada en Google, la más seguida en Twitter -después de Tyra Banks- y considerada la It Girl del momento destronando a Kim Kardashian que estaba en una época de cambios en su imagen. 

Y es que la belleza de Kendall ha sido admirada por la industria así como sus medidas que siguen siendo motivo de contratos de las marcas más prestigiosas como Balmain, La Perla, Ellie Saab, Alexander Wang, entre otras. Para 2017, lo más esperado: deslumbró en Forbes como la modelo mejor pagada del mundo con 22 millones por año, destronando a la mítica Gisselle Bündchen. Un hito histórico que festejó con un conversatorio en el que analizaba el porqué de su éxito y su llegada a un público diferente. 

Con la visión más allá de la pasarela 

Los negocios de Kendall, como los de su familia, están diversificados en varias aristas que le permiten seguir brillando en pasarela, facturando por todo lado: es la creadora de la marca 818 de tequila. Esta le ha traído varias satisfacciones: se ha posicionado ganador de varias categorías con 16 premios en seis competencias. “Con el modela je, yo era parte de la visión de otra persona”, dijo Jenner a la audiencia en la Cumbre Forbes Under 30 de octubre en Cleveland. “Yo era su personaje y quien ellos querían que fuera en ese momento. El cambio a ser fundador y dueño de mi propio negocio fue una forma genial de volver a conocerme a mí mismo”. Un tequila que se enfoca en la generación Z que es, en realidad, el público que más la conoce. Kendall tiene 300 millones de seguidores combinados en TikTok e Instagram. Con un líquido galardonado y fama mundial, Jenner vendió más de 123,000 cajas de 818 en 2022. Se informa que la marca está en camino de vender 160,000 cajas en 2023. Las botellas de 818 comienzan en 30 dólares, y su añejo Eight Reserve se vende al por menor por alrededor de 150. Con esto, logra amasar una fortuna de al menos 60 millones de dólares. 

Pepsi y la polémica 

Para corroborar su estatus de celebridad, no ha estado exenta de polémicas. De su enemistad con el clan de Taylor Swift se publica mucho: ella ha optado por obvias razones de apoyar a su hermana Kim después del drama sobre la canción de Kanye West con la cantante. Con eso zanjó su separación de amigas como Selena Gomez, a quien la conocía desde que eran niñas. Pero nada de eso ha afectado imagen como lo hizo en un momento su comercial con Pepsi: En abril de 2017, la marca de bebidas eligió a Jenner como la estrella del anuncio comercial en un papel en el que usó la bebida para hacer las paces entre policías y manifestantes. El estilo recordaba mucho a Cindy Crawford con su mítica propaganda de los años 80, pero este causó revuelo por trivializar la brutalidad policial, sobre todo, contra los afromericanos en un momento delicado para la política de Estados Unidos. La marca rápidamente quitó el anuncio y se disculpó con Jenner por colocarla en esa situación, pero el daño estaba hecho a su reputación. 

Así mismo pasó con el infame festival Fyre (sí, el que nunca se llegó a realizar y que tiene un documental famoso en Netflix). Ella fue parte de las celebridades que postearon en sus redes información y descuentos para asistir, pero olvidó decir que era un anuncio pagado: esto le llevó a un juicio mediático en el que el mismo estafador dijo que le ofreció 275 000 dólares y que ella era parte del plan inicial; es decir que Kendall sabía todo sobre lo que iba a pasar. Jenner se disculpó y volvió a alegar que no sabía lo que iba a suceder y se llevó a casa 90 mil dólares. Algo es algo. 

Amores y admiradores 

De su vida amorosa se conoce poco: recientemente terminó su corta relación con Bad Bunny, pero son apenas detalles de afecto público los que se conocen. Antes de esto, estuvo vinculada durante dos años con el basquetbolista Devin Booker.

Kendall ha sido bastante reservada sobre su vida amorosa, pero algunas de sus relaciones conocidas incluyen a Harry Styles: su relación nunca fue oficialmente confirmada. Luego estuvo en una relación intermitente con el jugador de baloncesto Ben Simmons, luego con el rapero A$AP Rocky, después dos años con el deportista Devin Booker y finalmente con Bad Bunny, con quien bastaron apenas unos meses.  

Share.