En colaboración con Nick Newbold, el diseñador nos muestra en clave de ficción como fue vivir encerrado en el Mercer Hotel de Nueva York.

Por Redacción COSAS

En algún momento entre 2008 y 2012, cuando la tienda insignia de Marc Jacobs en la esquina de Bleecker con West 11th era lo cotizado, una rama de los productos de la marca pasó a llamarse Jacobs by Marc Jacobs para Marc by Marc Jacobs en colaboración con Marc Jacobs para Marc by Marc Jacobs. Más o menos esto es lo que nos depara la nueva película de Marc Jacobs, el hombre, titulada A New York Story.

El cortometraje, filmado por su asistente y colaborador de tantos años, Nick Newbold, durante la cuarentena de Nueva York de la pasada primavera, plasma la estancia del diseñador (alargada más de la cuenta) en el Mercer Hotel, con Jacobs como único y absoluto protagonista. La cinta se adentra, a lo Charlie Kaufman, por los caminos de la soledad, la creatividad y el arte de vestir bien.

Los 24 minutos de filmación transitan a medio camino entre el documental y el falso documental. Aunque en gran parte podría entenderse como un día cualquiera en el universo de Jacobs –ponerse un traje de cuero de Prada, pintarse las uñas con esmalte de Jin Soon y el ojo con eyeliner de Marc Jacobs Beauty, vapear, jugar con los perros, y que no falten nunca sus perlas de Mikimoto–, el corto es tan crudo como cinematográfico en su retrato ficcionado de la vida de Jacobs. Jamás le vemos interactuar con nadie, salvo por un FaceTime con su marido, Char Defrancesco.