Situado en el suroeste de la provincia de Loja, es conocido por el espectacular florecimiento anual de los guayacanes, un evento que atrae a multitud de personas para ser testigos de uno de los espectáculos más majestuosos de la naturaleza. Sin embargo, el bosque seco ofrece mucho más que este magnífico acontecimiento.
Por Javier Vázquez Fernández, Mgs.Fotos: Cortesía UTPL
El bosque seco es un enclave excepcional donde la biodiversidad y el turismo sostenible convergen. Este ecosistema, que forma parte de la Reserva de Biósfera “Bosques de Paz”, no solo es un refugio para una rica variedad de flora y fauna, en ocasiones única, sino también un lugar donde el conocimiento científico y la experiencia turística tienen el potencial de entrelazarse. Este magnífico bosque, cuenta con más de 180 especies de aves, 49 de ellas endémicas de la región tumbesina. La región no solo alberga una avifauna rica, sino también una flora diversa, destacándose familias como Fabaceae, Bombacaceae y Mimosaceae.
El bosque seco de Zapotillo se está convirtiendo en un destino turístico emergente, donde los visitantes pueden explorar sus paisajes y senderos y disfrutar de la observación de biodiversidad, deportes de aventura y la fotografía de naturaleza, entre otras actividades.
El coordinador del grupo de investigación Ecología tropical y servicios ecosistémicos de la UTPL, Carlos Iván Espinosa responde algunas preguntas para entender mejor la importancia de la preservación de este espacio natural:
¿Cuál es la extensión del bosque seco y qué lugares comprende?
Los bosques secos del neotrópico se distribuyen en diferentes áreas conocidas como núcleos biogeográficos, que están relativamente aislados entre sí. Uno de estos núcleos es la región Pacífico-Ecuatorial, que abarca una extensa zona en la costa de Ecuador y Perú. En Ecuador, estos bosques se encuentran desde el centro-norte, en Manabí y parte de Esmeraldas, hasta Lambayeque y La Libertad en el sur de Perú. Las provincias ecuatorianas de Manabí, Guayas, El Oro y Loja son las que poseen la mayor extensión de estos bosques.
¿Cuál es la importancia de estos bosques?
Estos bosques se encuentran en áreas muy aptas para la agricultura, lo que ha llevado a la pérdida de cerca del 60% de su distribución natural. El 40% restante proporciona numerosos servicios ecosistémicos, como la regulación de los ciclos hidrológicos, permitiendo la recarga de acuíferos y manteniendo los niveles de los ríos. Estos bosques también ayudan a prevenir la erosión del suelo y la desertificación, un problema grave en áreas deforestadas. Además, aproximadamente el 30% de las especies que habitan estos ecosistemas son endémicas; es decir, no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
¿Qué estudios realiza actualmente la UTPL en el lugar y qué está haciendo para preservarlo?
Como universidad y grupo de investigación, llevamos cerca de 12 años trabajando en este ecosistema, recopilando información sobre su funcionamiento. Hemos publicado más de 50 artículos científicos sobre el tema. Actualmente, una de nuestras principales líneas de investigación es el proceso de degradación del bosque. A diferencia de los bosques lluviosos, las comunidades locales interactúan con estos bosques, extrayendo bienes y servicios como alimento para el ganado y madera. Esta interacción provoca la degradación del bosque, reduciendo la diversidad de especies de aves, mamíferos y plantas, y eventualmente llevando a la desertificación. Comprender este proceso es crucial para la conservación del ecosistema y para definir acciones de manejo clave. Además de estudiar la degradación, estamos desarrollando estudios para recuperar los procesos ecológicos y mantener la funcionalidad de los bosques.
¿Cuáles son los próximos proyectos alineados a la sostenibilidad que se realizan en este lugar?
Nuestros próximos pasos incluyen fortalecer los esfuerzos de restauración de estos ecosistemas. También es fundamental poner a disposición de los tomadores de decisiones la información que hemos generado, para que puedan desarrollar estrategias de manejo adaptativo basadas en evidencia. Finalmente, queremos potenciar el trabajo en servicios ecosistémicos y aprovechamiento sostenible. Actualmente, estamos colaborando con ONGs locales en la producción de miel de abejas nativas, estableciendo alternativas económicas sostenibles.