
Redacción: Cosas / Imagen: Instagram Coachella
Llega la Festival Season y, con ella, una energía especial: música en vivo, moda atrevida, experiencias inmersivas y un espíritu colectivo que se apodera de ciudades enteras. Lo que alguna vez fue un evento de nicho, hoy es un fenómeno cultural global que abarca desde el desierto californiano hasta los parques urbanos de Bogotá, Santiago o Buenos Aires.
No se puede hablar de festivales sin mencionar al rey de reyes, Coachella. Desde su primera edición en 1999, este evento californiano no solo ha albergado presentaciones históricas —como Beyoncé en 2018 o Billie Eilish en 2022— sino que se convirtió en un ícono cultural que redefine cada año las tendencias en música, moda y estrategias de marketing.
Coachella supo exactamente qué hacer para que cada detalle de este festival se vuelva viral: las instalaciones de arte, los outfits boho-chic, los after parties exclusivos y sobre todo las celebridades que vemos siendo uno con la audiencia.
Latinoamérica no se quedó atrás. Festivales como Estéreo Picnic en Colombia, Lollapalooza (en sus versiones chilena, argentina y brasileña) y el cada vez más popular Corona Capital en México han crecido hasta convertirse en pilares de la escena musical regional y en verdaderas experiencias de marca.
Cada uno con su personalidad, pero todos con algo en común: entendieron que los festivales ya no son solo para escuchar música, sino para vivirla. Hoy, un festival es un espacio donde convergen generaciones, estilos y culturas; donde las marcas despliegan al máximo sus activaciones y los artistas emergentes lo dan todo para lograr un performance que eleve su carrera a otro nivel.
Incluso los mismos artistas lo han entendido. Este año, cantantes como Charli XCX o Benson Boone han apostado por hacer giras de festivales: en lugar de recorrer estadios o arenas en distintas ciudades, se presentan como headliners en eventos clave. Así lo hicieron en el FEP, Lolla, y próximamente lo harán en el mítico Valle de Indio, hogar de Coachella.
Moda, redes y una nueva forma de habitar la música
Lo que alguna vez fue un encuentro entre fans y artistas, hoy es un cruce entre comunidad, autoexpresión y storytelling digital. Las redes sociales transformaron los festivales en escenarios globales. No necesitas estar ahí para sentirte parte. Un reel, un look del día, una foto grupal o un momento viral, son parte de la experiencia colectiva que trasciende fronteras.
Y Latinoamérica ha sabido capitalizarlo. La estética de los festivales se adapta a cada cultura: en unos se ve más streetwear, en otros brilla el glitter y la vibra psicodélica. Pero todos comparten ese deseo de romper la rutina y ser, por un fin de semana, parte de algo más grande.