William y Harry no mantienen contacto desde que el duque de Sussex renunció a sus deberes con la realeza británica.
Por Redacción Cosas. Foto: Getty Images
El reciente funeral de Robert Fellowes, cuñado de la difunta Princesa Diana, se convirtió en el escenario de un nuevo capítulo en la compleja relación entre los Príncipes de Gales. Fellowes, quien falleció el pasado 29 de julio, fue homenajeado en una ceremonia cargada de significado para la familia real británica. A pesar de la solemnidad del acto, la presencia de los Príncipes William y Harry acentuó las crecientes tensiones entre ellos.
Ambos hermanos, que asistieron al servicio en memoria de su tío, optaron por una separación deliberada durante el evento. Según informes del diario The Sun, aunque la presencia de los dos príncipes fue recibida con alivio por parte de los asistentes, quienes estaban "muy contentos de confirmar que ambos estaban allí", la distancia entre ellos fue palpable. Testigos revelaron que William y Harry se ubicaron en la parte trasera de la iglesia, alejados unos de otros, evitando cualquier interacción durante la ceremonia.
Este comportamiento no sorprende a los observadores de la familia real, quienes han seguido de cerca el distanciamiento que ha marcado la relación entre los hermanos en los últimos años. La elección de ubicarse separados y la falta de comunicación durante el servicio son reflejos de las tensiones persistentes que han definido su relación desde hace tiempo.