El futuro de la monarquía británica se presenta lleno de incertidumbre tras la información revelada por medios británicos.
Por Redacción Cosas. Foto: Shutterstock
Desde que Carlos III ascendió al trono británico, la familia real ha estado envuelta en crecientes tensiones, en especial entre la reina consorte Camila y la princesa de Gales, Kate Middleton. Este conflicto, que trasciende las simples rivalidades personales, refleja luchas de poder que podrían definir el futuro de la monarquía.
Camila, buscando afianzarse como una figura central al lado del rey, enfrenta el desafío de su delicada salud. Fuentes cercanas a la realeza indican que se ha mostrado insatisfecha con algunas decisiones de Kate, las cuales tomó sin su conocimiento, exacerbando así la tensión entre ambas.
Uno de los momentos más controversiales fue el encuentro clandestino entre Kate y el príncipe Harry en Houston. Este episodio ocurrió en un clima de tensión familiar, con Harry intentando encontrar un camino hacia la reconciliación, pero negándose a ver a su padre en presencia de Camila. La decisión de Kate de participar en esta reunión fue vista por la reina como una falta de respeto a su autoridad y a los esfuerzos de Carlos por mantener la unidad familiar.
Las fricciones también se intensificaron cuando Camila criticó a Kate por un viaje no anunciado a Estados Unidos, donde supuestamente habría recibido tratamiento oncológico sin informar a la Casa Real. Aunque el Palacio desmintió tales rumores, la mera posibilidad de un encuentro entre Kate y Harry alimentó aún más las especulaciones sobre las tensiones internas.