En una jornada que quedará grabada en la memoria del deporte ecuatoriano, Brian Daniel Pintado se alzó como nuevo campeón olímpico en la prueba de los 20 kilómetros marcha, celebrada en un escenario icónico: el Trocadero, con la majestuosa Torre Eiffel de fondo. Su victoria no solo representa el primer oro para Ecuador en los Juegos Olímpicos de París 2024, sino que también marca un hito en la historia de la marcha para el país andino.
Pintado, de 29 años, dejó claro su dominio en la última vuelta de la competencia, donde desplegó un imponente cambio de ritmo que le permitió distanciarse de sus rivales, el brasileño Caio Bonfim y el español Álvaro Martín. Con un tiempo de 1 hora, 18 minutos y 55 segundos, Pintado cruzó la meta con una mezcla de esfuerzo y emoción palpable, llevando consigo la cinta y el orgullo de toda una nación.
Este oro es el culmen de una carrera que ha estado marcada por sacrificios y dedicación. En una emotiva conferencia de prensa posterior a la prueba, Pintado no dudó en compartir el significado personal de su victoria. "He sacrificado mucho tiempo con mis hijos y las personas que me conocen saben cuánto los amo. Con el oro era la única forma que podía haber dicho que valió la pena. Gracias a Dios, valió la pena", comentó el atleta.
Pintado, quien el año pasado se había coronado subcampeón mundial en los 35 kilómetros marcha, dedicó su medalla a todas las personas trabajadoras de Ecuador. "Siempre quise dedicar esto a todas las personas trabajadoras de Ecuador, que se levantan para dar alimento a sus hijos. Hay muchas personas que luchan y va en representación de todas esas personas", expresó con alegría.
El triunfo de Pintado no solo revive la gloria de la marcha ecuatoriana, que había tenido a Jefferson Pérez como figura destacada con sus medallas en Atlanta 1996 y Pekín 2008, sino que también enciende una nueva esperanza para el deporte en el país. En la línea de meta, Pintado se detuvo a pensar en su hijo Nicolás, quien estaba frente al televisor viviendo intensamente la competencia. En un momento de celebración, el atleta se dejó llevar por la emoción y realizó el famoso "Siuuu" de Cristiano Ronaldo, en una escena que mezcló el triunfo personal con la alegría familiar.